Si su hijo necesita un yeso en espiga
Su hijo necesita un un yeso en espiga. Este es un yeso que cubre la parte inferior del cuerpo del niño. Se usa para tratar ciertos problemas, como fracturas (huesos rotos) en las caderas o en los muslos. Un yeso en espiga comienza en el pecho y cubre la cadera y ambas piernas. Tiene una abertura en la entrepierna para que el niño pueda hacer sus necesidades. Es posible que conecten las piernas con una barra para dar más estabilidad al yeso. El yeso en espiga debe ser colocado por un ortopedista (médico que se especializa en el tratamiento de problemas de huesos y articulaciones). Esta operación suele realizarse en un quirófano. Su hijo llevará el yeso durante un período de entre 4 y 12 semanas.
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Le darán instrucciones sobre cómo cuidar al niño mientras tiene puesto el yeso en espiga.
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¿Cuándo es necesario un yeso en espiga?
El yeso en espiga se usa para estabilizar y proteger la zona de la cadera o de los muslos durante un período determinado. Esto ayuda a curar los problemas y las lesiones en estas zonas. El yeso en espiga puede usarse después de las siguientes situaciones:
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Fractura del fémur (hueso del muslo)
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Problemas o fracturas de las caderas o la pelvis
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Luxación (desplazamiento) de la articulación de la cadera
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Ciertas operaciones (como la liberación de un tendón)
Cómo cuidar al niño
Le darán instrucciones específicas para el cuidado de su hijo y del yeso en espiga. Estas son algunas pautas generales:
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Inspeccione periódicamente el yeso y al niño para ver si:
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El yeso presenta zonas cortantes o ásperas cerca de la piel.
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El niño tiene la piel enrojecida, irritada o sensible.
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Hay una erupción de la piel cerca o debajo del yeso.
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Tiene pérdida de sensibilidad en la piel o alteración de su color.
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Mantenga el yeso seco. No permita que entre agua bajo el yeso. Lave al niño con una esponja húmeda según le indiquen. Limpie cuidadosamente la zona de la ingle.
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Cubra con cinta los bordes de la abertura en la entrepierna. Esto ayuda a mantener limpio el yeso. Muchos padres usan cinta sellaductos o de molesquín.
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Utilice pañales según le indique su proveedor de atención médica. A menudo, se coloca un pañal debajo de la abertura del yeso y otro más grande encima del yeso. Puede usar una toalla sanitaria dentro del pañal para aumentar la capacidad de absorción. Cámbiele los pañales con frecuencia para evitar que la piel se lastime y que se manche el yeso. Si el niño ya no usa pañales, probablemente será necesario ayudarlo cuando utilice el inodoro. Los niños mayores quizás necesiten un bacín u orinal (en el caso de varones).
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Una vez colocado el yeso, limite la actividad del niño para permitir que se estabilice la fractura. Puede hacer actividades tranquilas, tales como jugar juegos de mesa, leer, escuchar música, armar rompecabezas, hacer artesanías y jugar a los videojuegos. El médico del niño le dará pautas específicas de actividades que el niño puede realizar mientras tiene puesto el yeso.
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Póngale la ropa POR ENCIMA del yeso. Lo más adecuado es usar ropa holgada y amplia, como pantalones deportivos o mamelucos para niños. Para facilitar el cambio de ropa, puede cortar las prendas más grandes y colocarles velcro.
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Cambie con frecuencia la posición del niño; aproximadamente, cada 2 o 4 horas. Considere la posibilidad de utilizar una silla tipo "puff", almohadas o un sillón reclinable para que su hijo esté más cómodo.
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Si el niño es mayor, quizás necesite una silla de ruedas reclinable para moverlo, la cual puede alquilar en una tienda de suministros médicos. Para los niños más pequeños, puede usar un cochecito o un carrito ajustable. Recuerde usar siempre las correas de seguridad.
Llame al médico de su hijo si el niño tiene alguno de estos síntomas:
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Fiebre, según se lo indique el proveedor de atención médica o si:
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Su hijo tiene menos de 12 semanas y tiene fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más alta, ya que es posible que el bebé necesite ser atendido por un proveedor de atención médica.
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Su hijo tiene fiebre recurrente de más de 104 °F (40 °C) a cualquier edad.
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Su hijo tiene menos de 2 años de edad y la fiebre continúa por más de 24 horas o si su niño tiene 2 años de edad o más y la fiebre continúa durante más de 3 días.
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Presenta enrojecimiento, irritación o sensibilidad en la piel alrededor del yeso.
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Se observa alteración del color de los dedos de los pies o si los pies se sienten muy fríos al tocarlos.
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Su hijo no se puede mover o no puede mover los dedos de los pies.
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Hay una erupción de la piel cerca o debajo del yeso.
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El niño se queja de dolor o ardor en algún lugar debajo del yeso.
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El niño presenta adormecimiento u hormigueo en los dedos de los pies.
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El niño tiene un dolor que no se calma al elevar las piernas y tomar acetaminofén u otros analgésicos recetados.
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Aparecen roturas, grietas o zonas cortantes en el yeso.
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Si algo se cae dentro del yeso y no se puede sacar
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El yeso se moja o está muy sucio, o bien la abertura de la entrepierna se ensucia con excremento u orina.