Enfermedad de mano-pie-boca: Cómo cuidar a su hijo
(Hand, Foot, and Mouth Disease: How to Care for Your Child)
Los niños con la enfermedad de mano-pie-boca tienen un virus que provoca ampollas dolorosas. Las ampollas pueden aparecer en la boca, las manos y los pies, y en algunos casos, aparecen en otras partes de la piel. Con frecuencia, los niños tienen fiebre y pueden deshidratarse porque tragar líquidos les provoca dolor. Asegúrese de que su hijo beba abundante líquido.


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Si el profesional del cuidado de la salud le dice que no hay ningún problema, puede darle un medicamento para la fiebre o el dolor en la boca. Utilice uno de estos medicamentos tal como se lo indiquen:
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acetaminophen (marcas comerciales como Tylenol® o la marca de una tienda)
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ibuprofen (marcas comerciales como Advil®, Motrin® o la marca genérica). No les dé ibuprofen a los bebés menores de 6 meses de edad.
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No le dé aspirina a su hijo. Podría provocar un problema médico grave llamado "síndrome de Reye".
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Ofrézcale a su hijo abundante agua, helados de agua o bien leche fría. Los líquidos fríos pueden ayudar a aliviar el dolor en la boca. Evite las bebidas calientes, los refrescos y los alimentos ácidos (jugos de cítricos, salsa de tomate, etc.) porque pueden empeorar el dolor.
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Permita que su hijo descanse lo necesario.
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Lave las ampollas de la piel con agua tibia y jabón. Séquelas con cuidado sin frotar y no las cubra. Use una toalla limpia o una toalla de papel cada vez que las lave.

Su hijo:
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se niega a beber o no quiere tragar
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no está interesado en alimentarse
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está vomitando y no puede retener nada en el estómago
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no mejora después de una semana
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parece estar deshidratado; las señales incluyen las siguientes:

Su hijo:

¿Es posible contagiar la enfermedad de mano-pie-boca a otras personas? Sí. La enfermedad de mano-pie-boca es provocada por un virus denominado "coxsackie". El virus es muy contagioso y se puede contraer por contacto con la mucosidad, la saliva, la supuración de las ampollas o el excremento de una persona infectada.
La enfermedad de mano-pie-boca es común en los niños pequeños y se puede propagar rápidamente a través de los centros de cuidado infantil o las escuelas. A veces, los adultos pueden contagiarse la infección de un niño. Los niños con ampollas no deben regresar a la guardería o la escuela hasta que las ampollas hayan desaparecido.
¿Cómo puedo evitar el contagio de la infección? Todos los integrantes de la familia y los proveedores de cuidado infantil se deben lavar las manos a fondo y con frecuencia, especialmente después de cambiar pañales. Utilice agua tibia y jabón, y frótese las manos durante por lo menos 20 segundos. Después, debe enjuagarse y secarse. Si no se dispone de agua y jabón, se puede usar un gel antiséptico para manos que contenga, como mínimo, un 60% de alcohol. Limpie las superficies de las mesas, los pomos de las puertas, los juguetes y otras superficies con productos de limpieza que eliminen los virus.
Enseñe a los niños mayores a lavarse las manos y cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar. Los niños no deben compartir tazas o utensilios.
¿Cómo se trata? Los antibióticos no combatirán la enfermedad de mano-pie-boca porque ésta es provocada por un virus, no por una bacteria. Ayude a su hijo a sentirse cómodo y a prevenir la deshidratación animándolo a beber mucho líquido. Si las ampollas de la boca le provocan dolor al tragar, puede darle a su hijo un medicamento para el dolor. La mayoría de los niños se sienten mejor en menos de una semana.
¿Mi hijo puede volver a contagiarse? Sí. Es posible que los niños vuelvan a tener la enfermedad de mano-pie-boca. Los buenos hábitos de limpieza de manos pueden ayudar a proteger a su hijo.